La Historia no contada

La Historia no contada
José Luis Rodríguez Pereiro

domingo, 22 de septiembre de 2013

CRISIS ECONÓMICAS ¿UNA CREACIÓN?

¿Crisis Económicas un hecho fortuito en el Tiempo?

El Crac de 1929, caída del índice general de la Bolsa de Nueva York ocurrida en 1929. En 1927, tras un periodo de fuertes inversiones en el extranjero y con una economía creciente, los financieros estadounidenses que operaban en Wall Street se centraron en el mercado interior. A medida que compraban valores nacionales aumentaban los precios de las acciones y los títulos valores estadounidenses. Cuanto más compraban, mayor era la subida de los precios, lo que atraía a un mayor número de inversores. A mediados de 1929 nueve millones de estadounidenses (de una población de 122 millones) habían invertido sus ahorros en el mercado de valores. Muchos de estos inversionistas habían colocado todos sus ahorros en la Bolsa, animados por asesores económicos incompetentes o malintencionados. Se crearon nuevas empresas con fines especulativos y, debido a la fe ciega que se tenía en la capacidad del mercado para crear rendimientos espectaculares, sus acciones aumentaron de precio con rapidez. En marzo de 1929 Herbert Hoover fue nombrado presidente. Su antecesor, Calvin Coolidge afirmaba que el precio de las acciones era todavía muy bajo. Pero algunos empezaron a temer que, como todas las burbujas de jabón, también ésta tendría que explotar. El banco de la Reserva Federal estadounidense aumentó en un 1% el tipo de interés y aconsejó a sus bancos que no concediesen créditos para invertir en la Bolsa consejo del que se retractó poco después debido a que uno de los directores de la Reserva tenía intereses en el mercado de valores. Con el tiempo algunos profesionales financieros pensaron que tal vez fuera más rentable invertir en otros activos fuera de la Bolsa, por lo que empezaron a vender sus activos bursátiles. Se inició un fuerte movimiento vendedor. El 23 de octubre se vendieron seis millones de acciones, a precios cada vez menores. Al día siguiente, el denominado ‘jueves negro’, se vendió el doble. El lunes se vendieron nueve millones de acciones; el precio de éstas había caído en más de 14.000 millones de dólares en menos de una semana. En el ‘martes negro’ se colapsó la Bolsa; el precio de las acciones de las mayores empresas, como General Electric o Woolworth, también cayó. Ese día se vendieron más de 16 millones de acciones, con una pérdida de valor superior a los 10.000 millones de dólares. Lo ocurrido en Wall Street se reprodujo de una forma vertiginosa en las demás bolsas de Estados Unidos, desde Chicago hasta San Francisco.
Fue un triste final para un decenio marcado por el optimismo, el alto nivel de empleo y la prosperidad. Como es obvio, a partir de esta crisis desapareció la confianza en la banca, los banqueros, la Bolsa y los agentes financieros. Se generalizaron las dimisiones y las quiebras. El impago y la morosidad en las hipotecas se dispararon. La clase media se redujo. Muchas personas quedaron sin trabajo; aumentó el desempleo en más de dos millones de personas en menos de seis meses. Aunque muchos analistas pensaron al principio que se trataba de un ajuste pasajero del mercado, el crack de Wall Street marcó el inicio de la Gran Depresión de la década de 1930, sentando las bases para la adopción del programa del New Deal por Franklin D. Roosevelt en 1933. Asimismo, este crack influyó de forma muy negativa en economías pujantes como la argentina, la mexicana o la brasileña.
New Deal (en inglés, ‘Nuevo Reparto’ o ‘Nuevo Trato’), nombre que recibió la política económica y social aplicada en Estados Unidos por el presidente Franklin Delano Roosevelt a partir de 1933, y concretamente las medidas innovadoras adoptadas desde ese año hasta 1938 para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión. Asimismo, ha sido denominado así el periodo de la historia estadounidense transcurrido durante los dos primeros mandatos presidenciales de Roosevelt, incluido parte del tercero, desde 1933 hasta que en 1941 el país entró a combatir en la II Guerra Mundial. Tanto Roosevelt como el Congreso de Estados Unidos aprobaron un programa de medidas económicas y se crearon nuevos organismos federales para intentar reducir el desempleo y restablecer la prosperidad mediante una serie de nuevos servicios, regulaciones y subsidios. Fue diseñado con la ayuda del denominado Brain Trust (gabinete de expertos de la Universidad de Columbia que asesoró al presidente especialmente en materia económica) e hizo del gobierno del país por vez primera el impulsor del cambio económico, en contraste con su tradicional papel pasivo de índole liberal.
Primeras Medidas: La abrumadora victoria de Roosevelt en las elecciones de 1932, unida a la peor crisis económica de la historia de Estados Unidos, abrió el camino para la aplicación de una nueva legislación en 1933. La Emergency Banking Act (Ley de Emergencia Bancaria) establecía inspecciones federales en los bancos para contribuir a restablecer la confianza de la población en las instituciones financieras tras la quiebra generalizada de estas entidades a raíz del crac de 1929. Una segunda ley dictaba normas bancarias mucho más rigurosas y ofrecía un seguro a los depositantes a través de la Sociedad de Seguros de Depósitos Federales. Dos leyes, una de 1933 y otra de 1934, establecían reglamentos detallados para el mercado bursátil, controlados por una nueva Comisión de Bolsa y Valores. El problema de la vivienda se trató en varios proyectos de ley que suministraban ayudas hipotecarias a los agricultores y propietarios de inmuebles y ofrecían garantías de préstamo a los compradores de casas a través del Instituto Federal de la Vivienda. El Instituto de Ayudas de Emergencia Federal extendió la concesión de fondos de socorro a los estados y el Cuerpo de Conservación Civil proporcionaba empleos a los hombres jóvenes bajo una cierta disciplina militar. El Congreso aprobó la creación de la Tennessee Valley Authority (Autoridad del Valle del Tennessee) para explotar las posibilidades de navegabilidad del río Tennessee, aplicar medidas para controlar sus inundaciones y surtir de energía eléctrica a una amplia zona del sureste de Estados Unidos. Las leyes más importantes de 1933 afectaban a los principales sectores económicos. Como culminación de una década de disputas, el Congreso aprobó en 1933 una nueva y compleja norma sobre la explotación agrícola, la Agricultura Adjustment Act (Ley de Regulación o Adaptación Agrícola). En ella se establecían varios mecanismos para aumentar los precios de los productos agrícolas, pero el más extendido consistió en la reducción pactada del excedente de las cosechas a cambio de subvenciones del gobierno. La National Industrial Recovery Act (NIRA, Ley de Recuperación Industrial Nacional) fue la medida más innovadora de la primera etapa del New Deal. Constaba de dos programas principales: una gran labor de obras públicas, llevada a cabo por la Public Works Administration (Administración de Obras Públicas) y un complicado programa destinado a regular el funcionamiento de las empresas estadounidenses y garantizar una competencia leal. El Instituto de Recuperación Nacional aprobó y aplicó un conjunto de códigos sobre competitividad en cada sector.
Segundo programa después del Crac: Algunos de los anteriores decretos fueron declarados inconstitucionales por el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Estos contratiempos, unidos a una creciente oposición a la política de Roosevelt, motivaron la promulgación de una nueva legislación que comenzó a aplicarse en 1935, y a la que algunos analistas denominaron segundo New Deal. Estas son algunas de las medidas adoptadas: se aumentaron los impuestos de las clases adineradas, se elaboraron normas estrictas para controlar las empresas de servicios privados, se asignaron ayudas para el Instituto de Electrificación Rural y se creó el equivalente a una declaración de derechos de las fuerzas sindicales. La National Labor Relations Act (Ley de Relaciones Laborales) de 1935 otorgaba protección federal al proceso de negociación sindical y se estableció un conjunto de normas laborales justas. La Fair Labor Standards Act (Ley de Normas Laborales Justas) de 1938 fijaba el número máximo de horas de trabajo y el salario mínimo de la mayoría de las categorías profesionales. Gracias a una enorme asignación de ayuda oficial de casi 5.000 millones de dólares se reforzaron los diversos planes y se inauguró un nuevo programa federal de ayuda al trabajo, dirigido por el Instituto de Desarrollo del Trabajo. En 1935, el Congreso aprobó la Ley de Seguridad Social, que recogía tres proyectos fundamentales: un fondo de pensiones, un seguro de desempleo y subsidios para el bienestar social de distribución local. Estos programas, unidos a un nuevo plan de vivienda pública subvencionada, representaron para algunos autores el comienzo en Estados Unidos de lo que se dio en llamar el Estado de bienestar. La necesidad de elaborar nuevas leyes disminuyó después de 1937 y la oposición a la prórroga del New Deal aumentó rápidamente, sobre todo en los estados del sur. Hacia 1939, la atención de la opinión pública se centraba principalmente en la política exterior y en la defensa nacional. La elaboración de la legislación estrictamente ligada al New Deal había concluido, pero su aplicación amplió de modo definitivo el papel del gobierno federal, especialmente en lo referente a la normativa económica, el desarrollo de recursos y el mantenimiento de los ingresos. Aunque no consiguió estimular una recuperación económica completa, proporcionó al gobierno federal un mayor control sobre la oferta monetaria y los criterios de la Reserva Federal, además de una nueva perspectiva sobre las consecuencias económicas de su propio sistema de impuestos, préstamos y gastos, lo que permitió reducir las repercusiones de posteriores épocas de recesión. Por otro lado, la coalición favorable a esta legislación que, reunida en torno al Partido Demócrata, recibió el nombre de Coalición del New Deal, venció en las elecciones de los años siguientes, permitiendo renovar mandato en 1940 y en 1944 al propio Roosevelt e incluso, de alguna manera, a su sucesor, Harry S. Truman, ser elegido en 1948.
Crisis Económica “2.008”.
Como sucedió en  el Crac del 29, los inversores dejaron de financiar actividades productivas, obteniendo grandes beneficios de la compra y venta de las mismas acciones una y otra vez. De este modo obtuvieron unos enormes y rápidos Ganancias. Con el tiempo, el valor de estas acciones creció artificialmente; así dejó de haber una verdadera realidad entre su valor en bolsa y el real, emitido por las empresas en primera instancia. Este proceso acabó como todas las burbujas especulativas (Explotando). Esta Historia se repite, siempre con  el mismo patrón.
¿Nuevamente en la historia?: La políticas del New Deal hicieron posible que Estados Unidos viviera una larga época de bienestar, sin grandes problemas. Pero al llegar a la casa blanca el Presidente Ronald Reagan en 1.981, fiel aliado del interés bancario y totalmente opuesto al intervencionismo estatal, acabó con buena parte de las regulaciones del sistema financiero, abriendo de nuevo las puertas para la especulación por parte de la banca. El New Deal de Roosevelt impedía entre otras cosas, que las familias compraran inmuebles sin una entrada sustancial de dinero. La abolición de esta medida hizo posible, la crisis de las hipotecas subprime (de alto riego). Probabilidad de impago. Conforme fue avanzando el Siglo XX, el sistema financiero se alejó de su propósito fundamental: Financiar empresas para que crearan riqueza y puestos de trabajo, por el contrario empezaron  a ganar ingente cantidades de dinero en poco tiempo mediante la especulación pura y dura. Por supuesto, aumentaron los riegos de dichas operaciones especulativas, pues los inversores cada vez pretendían obtener mayores beneficios en menos tiempo. En definitiva, la herencia de Ronald Reagan y de la globalización supuso un sistema financiero global, con productos financieros cada vez más ficticios, al tiempo que aumentaba su complejidad y volumen de negocio.
Las famosas hipotecas subprime se titularizaron en otro paquete, que se presentaron como mucho más rentables, según un premio Nobel en economía  y asesor del banco mundial: “los bancos Estadounidenses estaban activamente dedicados a engañar; quitaban el riesgo de las cuentas de resultados para que nadie pudiera valorarlo”. Para que dicha mentira fuese creíble era imprescindible contar con la ayuda inestimable de las agencias de calificación o de rating, de las que tanto se habla ahora y que tiene al gobierno en vilo. Dichas Agencias son: Moody’s y Standard & Poor’s; la dos más poderosas del mercado mundial con 80% del control. Fitch con el 15% de cuota mundial. Para los bancos estadounidenses que negociaban con las hipotecas (Lehman Brothers, Goldman Sachs y otras) no fue difícil convencer a las agencias para que calificasen con la mejor notas a sus productos; especialmente porque éstas son entidades con ánimo de lucro y que paga es el cliente. Una investigación del congreso de los Estados Unidos, puso al descubierto correos electrónicos intercambiados entre empleados de las agencias, los cuales mostraban que algunas calificaciones se pactaban con los clientes. Esta práctica iba contra los intereses de los pequeños inversores, que compraban los productos confiados por las excelentes notas asignadas. Con esta prueba se demuestra que las agencias eran totalmente conscientes del engaño.
Otra estafa de la crisis consistió en regalar dinero a los bancos sin ponerle unas condiciones ni exigirles responsabilidades. Pero lo más grave es que los gobernantes no acordaron poner en marcha las normas adecuadas para que algo así no pudiera volver a pasar, como lo hizo en su tiempo Roosevelt con el New Deal. Barack Obama actual Presiente de los Estados Unidos, llego a decir de la necesidad de reformar el Capitalismo; pero al día de hoy nada a cambiado.
 El crack del 1.929 y las medidas de Roosevelt salvaron a Estados Unidos de la crisis, pero actualmente son exactamente opuesta a las que se están aplicando en Europa. El New Deal consistió en programas de Estímulos, en la redistribución de la riqueza, en un modelo más social de estado y en una reforma del sistema financiero, a fin de evitar nueva depresiones. Ninguna medidas se están aplicando hoy en día. Al contrario, se esta aplicando en la practica un paquete de iniciativas, que se emplearon en los años 90 cuando la crisis financiera que azotó Latino américa. Los resultados fueron más pobreza e inestabilidad social.
Estas medidas que los expertos  incluían, seria disciplina presupuestaria (presupuestos públicos sin déficit), la liberación de los tipos de interés y del comercio internacional (disminución de trabas aduaneras), la eliminación de las barreras a las inversiones extranjeras directas, las privatizaciones (ventas de las empresas publicas, siempre por menos de su valor real) o la des regulación de los mercados financieros.
¿Porque los mayores recortes suelen ser siempre en Sanidad y Educación, pero Nunca en Defensa?
Tal vez tengamos razones para mirar al futuro con desconfianza. El presidente de Banco Mundial avisa de que se avecina una tormenta financiera aún más grave, ya que las naciones europeas carecen de margen fiscal para lidiar la nueva crisis. Por otra parte Christine Lagarde (presidenta del FMI), nos dice: la economía mundial se encuentra en serio peligro. Últimamente no se cansa de subrayar que la amenaza en estos momentos se cierne sobre Francia y Alemania, las potencias del Viejo continente. Pero Christine Lagarde fue más allá; indicando que China, Rusia y Brasil, nuevos motores de la economía mundial, también sufrirán ante los factores de inestabilidad.
Piensen en el discurso  del Presidente Jhon F. Kennedy: “El poderoso despacho del Presidente ha sido utilizado para fomentar una conspiración para destruir la libertad de los estadounidenses  y antes de que abandone la presidencia debo informar a los ciudadanos sobre su destino” (John F. Kennedy, 1963)
“La misma palabra ‘secreto’ es repugnante en una sociedad libre y abierta, y nosotros somos, como personas, intrínsecamente o históricamente opuestos a las sociedades secretas a los juramentos secretos y a los procedimientos secretos. “Decidimos hace tiempo que los peligros de la ocultación excesiva e injustificable de hechos pertinentes, sobrepasan por lejos los peligros que se citan para justificar la ocultación. “Incluso hoy, existe poco valor para oponerse a la amenaza de una sociedad cerrada al imitar sus restricciones arbitrarias. “Incluso hoy, existe poco valor para asegurar la supervivencia de nuestra nación, si nuestras tradiciones no sobreviven con ella, y existe el gran y grave peligro de que una proclamada necesidad de aumentar la seguridad, sea arrebatada y utilizada por aquellos ansiosa e impaciente por expandir sus intenciones a los mismos límites de la censura y ocultación oficiales. “A lo que yo me propongo impedir, hasta el punto que esté en mi control. Y ningún funcionario de mi administración, ya sea de rango elevado o bajo, civil o militar, debe interpretar mis palabras aquí esta noche, como una excusa para censurar las noticias, para sofocar el disentimiento, para encubrir nuestros errores, o para retener de la prensa y del público, los hechos que ellos merecen saber. “Tenemos la oposición alrededor del mundo de una conspiración monolítica y despiadada, que confía sobre todo en los medios secretos para extender su esfera de influencia, a través de la infiltración, en lugar de la invasión, a través de la subversión, en lugar de elecciones, con intimidación, en vez de opción libre, con guerrillas por la noche, en lugar de ejércitos de día. “Es un sistema que ha reclutado extensos recursos humanos y materiales en la construcción de un tejido hermético, una máquina altamente eficiente, que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia, económicas, científicas y políticas. “Sus preparativos son encubiertos, no publicados. Sus errores se entierran, no se anuncian con titulares. Sus disidentes son silenciados, no elogiados. Ningún gasto se cuestiona, ningún rumor se imprime, ningún secreto es revelado.”
Reflexione sobre el discurso de Abraham Lincoln: “Los poderes del dinero están sobre la nación en tiempo de paz, y conspiran contra ella en tiempos de adversidad. Es más despótico que la monarquía, más insolente que una autocracia, más egoísta que la burocracia. Veo en el futuro cercano una crisis acercándola, que me pone nervioso y causa que tiemble por la seguridad de mi país. Las corporaciones han estado en el trono, una era de corrupción. El poder del dinero del país se esforzara para prolongar su reinado; trabajando sobre los perjuicios de la gente, hasta que la riqueza sea agregada en una pocas manos y la república sea destruida”.

*Lo peor de las malas leyes es que contribuyen en formar hombre, peores que ellas; encargados de ejecutarlas.
*La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos.
*La ley y el orden son siempre y en todas parte la ley y el orden que protegen las jerarquías establecidas.



[J§l].
MMXIII.
Si no observamos el pasado estamos condenados a repetirlo.





jueves, 19 de septiembre de 2013

¿COMUNISMO?

Karl Marx: (1818-1883), filósofo alemán, creador junto con Friedrich Engels del socialismo científico (comunismo moderno) y uno de los pensadores más influyentes de la historia contemporánea.

Marx nació en Tréveris el 5 de mayo de 1818 y estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena. Publicó un artículo en la Rheinische Zeitung (Gaceta Renana) de Colonia en 1842 y poco después pasó a ser su jefe de redacción. Aunque su pensamiento político era radical, todavía no podía calificarse de comunista. Las críticas de las condiciones sociales y políticas vertidas en sus artículos periodísticos le indispusieron con las autoridades, que le obligaron a abandonar su puesto en el rotativo en 1843; poco después, el periódico dejó de editarse y Marx se trasladó a París. Los estudios de filosofía, historia y ciencia política que realizó en esa época le llevaron a adoptar el pensamiento de Friedrich Hegel. Cuando Engels se reunió con él en la capital francesa en 1844, ambos descubrieron que habían llegado independientemente a las mismas conclusiones sobre la naturaleza de los problemas revolucionarios. Comenzaron a trabajar juntos en el análisis de los principios teóricos del comunismo y en la organización de un movimiento internacional de trabajadores dedicado a la difusión de aquéllos. Esta colaboración con Engels continuó durante toda su vida.
Manifiesto comunista:
Marx se vio obligado a abandonar París en 1845 debido a su implicación en actividades revolucionarias. Se instaló en Bruselas y comenzó a organizar y dirigir una red de grupos llamados Comités de Correspondencia Comunista, establecidos en varias ciudades europeas. En 1847, Marx y Engels recibieron el encargo de elaborar una declaración de principios que sirviera para unificar todas estas asociaciones e integrarlas en la Liga de los Justos (más tarde llamada Liga Comunista). El programa que desarrollaron (conocido en todo el mundo como el Manifiesto Comunista) fue redactado por Marx basándose parcialmente en el trabajo preparado por Engels y representaba la primera sistematizan de la doctrina del socialismo moderno. Las proposiciones centrales del Manifiesto, aportadas por Marx, constituyen la concepción del materialismo histórico, concepción formulada más adelante en la Crítica de la economía política (1859). Según se explica en estas tesis, el sistema económico dominante en cada época histórica, por el cual se satisfacen las necesidades vitales de los individuos, determina la estructura social y la superestructura política e intelectual de cada periodo. De este modo, la historia de la sociedad es la historia de las luchas entre los explotadores y los explotados, es decir, entre la clase social gobernante y las clases sociales oprimidas. Partiendo de estas premisas, Marx concluyó en el Manifiesto que la clase capitalista sería derrocada y suprimida por una revolución mundial de la clase obrera que culminaría con el establecimiento de una sociedad sin clases. Esta obra ejerció una gran influencia en la literatura comunista posterior y en el pensamiento revolucionario en general; ha sido traducida a multitud de lenguas y de ella se han editado cientos de miles de ejemplares.
Exilio político:
Poco después de la aparición del Manifiesto, estallaron procesos revolucionarios (las revoluciones de 1848) en Francia, Alemania y el Imperio Austriaco, por lo que el gobierno belga expulsó a Marx temeroso de que la corriente revolucionaria se extendiera también por el país. El pensador alemán se trasladó a París y después a Renania. Fundó y editó en Colonia una publicación comunista, la Neue Rheinische Zeitung (Nueva Gaceta Renana), y colaboró en actividades organizadoras de agrupaciones obreras. En 1849 fue arrestado y juzgado bajo la acusación de incitar a la rebelión armada. Aunque fue absuelto, se le expulsó de Alemania y se cerró la revista. Pocos meses después las autoridades francesas también le obligaron a abandonar el país y se trasladó a Londres, donde permaneció el resto de sus días.
Una vez instalado en Inglaterra, se dedicó a profundizar en sus ideas, publicando nuevos escritos, y a alentar la creación de un movimiento comunista internacional. Durante ese periodo, elaboró varias obras que fueron constituyendo la base doctrinal de la teoría comunista. Entre ellas se encuentra su ensayo más importante, El capital (volumen 1, 1867; volúmenes 2 y 3, editados por Engels y publicados a título póstumo en 1885 y 1894, respectivamente), un análisis histórico y detallado de la economía del sistema capitalista, en el que desarrolló la siguiente teoría: la clase trabajadora es explotada por la clase capitalista al apropiarse ésta del ‘valor excedente’ (plusvalía) producido por aquélla. Véase Capital.
La siguiente obra de Marx, La guerra civil en Francia (1871), analizaba la experiencia del efímero gobierno revolucionario francés conocido como la Comuna de París, establecida en esta ciudad durante la Guerra Franco-prusiana. Marx interpretó su creación y existencia como una confirmación histórica de la necesidad de que los trabajadores tomen el poder mediante una insurrección armada y destruyan al Estado capitalista. Aclamó a la Comuna como “la forma política, finalmente hallada, en la que podía producirse la emancipación del trabajador”. Esta teoría fue desarrollada en Crítica del programa de Gotha (1875) en los siguientes términos: “Entre los sistemas capitalista y comunista se encuentra el periodo de transformación revolucionaria de uno en otro. Esta fase corresponde a un periodo de transición, cuyo estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado”. Durante su estancia en Inglaterra, Marx también escribió crónicas sobre acontecimientos sociales y políticos para periódicos de Europa y Estados Unidos, entre ellos varios artículos sobre las ‘revoluciones liberales’ en España y en la América hispana. Fue corresponsal del New York Tribune desde 1852 hasta 1861 y escribió varios artículos para la New American Cyclopedia.
Últimos años:
Después de la disolución de la Liga Comunista en 1852, Marx se mantuvo en contacto con cientos de revolucionarios a fin de crear otra organización de la misma ideología. Sus esfuerzos y los de sus colaboradores culminaron en 1864 con la fundación en Londres de la I Internacional. Pronunció el discurso inaugural, escribió sus estatutos y posteriormente dirigió la labor de su Consejo General (órgano directivo), superando las críticas del grupo seguidor de Mijaíl Bakunin, de carácter anarquista. Tras la eliminación y represión de la Comuna parisina, en la que habían participado miembros de la I Internacional, la influencia de esta organización disminuyó y Marx recomendó trasladar su sede a Estados Unidos. Los últimos ocho años de la vida del filósofo estuvieron marcados por una incesante lucha contra las dolencias físicas que le impedían trabajar en sus obras políticas y literarias. Los manuscritos y notas encontrados en Londres después de su muerte, ocurrida el 14 de marzo de 1883, revelan que estaba preparando un cuarto volumen de El capital que recogería la historia de las doctrinas económicas; estos fragmentos fueron revisados por el socialista alemán Karl Johann Kautsky y publicados bajo el título de Teorías de la plusvalía (4 volúmenes, 1905-1910). Asimismo, Marx planeaba realizar distintos trabajos que comprendían investigaciones matemáticas, aplicaciones de éstas a problemas económicos y estudios sobre aspectos históricos de varios desarrollos tecnológicos.
Influencia:
Marx no ejerció una gran influencia en vida, fue después de su muerte cuando su pensamiento comenzó a destacar dentro del movimiento obrero. Su concepción pasó a denominarse marxismo o socialismo científico, una de las principales corrientes de la teoría política contemporánea. Su análisis del sistema capitalista y su teoría del materialismo histórico, la lucha de clases y la plusvalía son las principales fuentes de la ideología socialista contemporánea. Su tesis sobre la naturaleza del Estado capitalista, el camino hacia el poder y la dictadura del proletariado tienen una importancia decisiva en la acción revolucionaria. Estas doctrinas, comentadas por la mayoría de los socialistas después de su muerte, fueron retomadas por Lenin en el siglo XX, y el desarrollo y aplicación que el político ruso hizo de ellas fue el núcleo de la teoría y la praxis del bolchevismo y de la III Internacional. Hasta aquí la Historia oficialmente enciclopédica.

Historia que no aparece en las enciclopedias, pero que puede ser hallada si se busca con introversión:
Los intereses financieros siempre han dominado a la humanidad y en este interés tiene su origen el comunismo. No seria nada curioso si no  fuera por el hecho demostrable  que en la financiación  siempre aparezcan los mismos apellidos de los banqueros que dominan la economía mundial.
Karl Marx (Carlos Marx) escribió sus obras gracias al financiamiento del Banquero Nathan Rotschild, y cuyos cheques entregados a Marx pueden verse en el Museo Británico.
Una rama de los Iluminados de Baviera que en época de Mark era conocida con el nombre de “Liga de los Justos” (League of the Just), y surgida con mucho éxito de uno de los grupos secretos revolucionarios franceses, la “Compañía de las Cuatro Estaciones”, recibió a dos nuevos miembros, el judío Moisés Mordechai Marx Levi (al que conocemos como Karl Marx) y su amigo Friedrich Engels, hijo de un industrial.
Posteriormente, ambos escribirían para la Liga de los Justos, el “Manifiesto del Partido Comunista”. Si bien una parte del manifiesto procedía de ellos, la mayor parte reflejaba la ideología de la Liga de los Justos y la de otras sociedades secretas francesas que se oponían en Francia con ideas revolucionarias.
Gary Allen escribió a ése respecto: De hecho, el “Manifiesto del Partido Comunista” estaba ya en circulación desde muchos años antes, bastante antes de que fuera conocido el nombre de Karl Marx y de que se le atribuyera el manual revolucionario. Lo que Marx hizo realmente fue modernizar y codificar los proyectos de los principios revolucionarios que habían sido puestos por escrito 70 años antes por Adam Weishaupt, el fundador de los Iluminados de Baviera".
Nada se oponía, ahora al “combate contra el capitalismo. Con su espíritu brillante, Marx consiguió modificar la imagen de la “Liga de los Justos” de tal manera que cambió de nombre pasando a denominarse en 1847, la Liga de los Comunistas.
Con esto vemos claramente cómo los Iluminados de Baviera crearon en Inglaterra y América los sistemas “capitalistas” así como los “anti-capitalistas”, incluso los comunistas, y que esto les permitió utilizar el conflicto resultante de forma maquiavelista; consiguiendo mantener a la humanidad en constante discordia y perfecta confusión.
La revolución bolchevique:
Muchos judíos no poseían tierras y debido a las numerosas leyes antisemitas en Europa, se veían obligados a desplazarse por todos países,. En cualquier país donde permanecían, encontraban habitualmente un rechazo unánime. A finales del siglo XIX, el único obstáculo real que impedía a los Illuminati controlar el mundo era la Rusia zarista.
En 1881, Theodor Herzl fundó el Movimiento Sionista en Odessa, Rusia, con la finalidad de crear una patria para los judíos en Palestina.
En 1916, con ocasión de una reunión de la B' nai B' rith en Nueva York, Jacob Schiff, presidente de la Khun Loeb & CO. Bank, fue elegido presidente del “Movimiento Sionista (revolucionario) en Rusia”.
El 13 de enero de 1917, el judío León Trotski (además Bronstein) llegó a Estados Unidos otorgándose le pasaporte americano. Ocasionalmente se le vio entrar en la lujosa residencia de Jacob Schiff.
Schiff y Trotski intercambiaron ideas sobre las perturbaciones sionistas en Rusia y también sobre las lecciones que habían sacado del malogro de la caída del zar. Jacob Schiff financió el entrenamiento de los “rebeldes trotskistas”, compuestos principalmente por judíos de los barrios del Este de Nueva Jersey.
La preparación tuvo lugar en New Jersey, la propiedad de la Standard Oil Company de Rockefeller. Cuando estuvieron bien entrenados para fomentar guerrillas, los rebeldes trotskistas dejaron Estados Unidos con una suma de 20 millones de dólares en oro que Jacob Schiff les había entregado.
El barco “S. S. Kristianiafjord” los llevó a Rusia para que preparasen el acontecimiento de la “revolución bolchevique”. Trotski y Lenin.
Vamos por parte:
Revolución rusa, fue un conjunto de acontecimientos que tuvieron lugar en la Rusia imperial y culminaron en 1917 con la proclamación de un Estado soviético, denominado desde 1922 Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El término Revolución Rusa hace referencia a las dos revoluciones que triunfaron en 1917. La primera, que comenzó con la rebelión ocurrida entre el 8 y el 12 de marzo de 1917 (del 23 al 27 de febrero del calendario juliano, empleado entonces en Rusia), derrocó a la monarquía aristocrática imperial; suele ser denominada Revolución de febrero. La segunda, que se inició con una insurrección armada el 6 y 7 de noviembre (24 y 25 de octubre), fue organizada por el partido bolchevique en contra del Gobierno Provisional instaurado tras la primera fase revolucionaria y operó una transformación en las relaciones económicas, políticas y sociales de la sociedad rusa; se denomina Revolución Bolchevique o Revolución de Octubre. (El calendario gregoriano fue adoptado por el gobierno soviético el 31 de enero de 1918; todas las fechas que aparecen en el artículo corresponden al nuevo calendario).
Antecedentes:
Las reformas emprendidas por el zar Alejandro II (1855-1881) habían generado una corriente en favor del cambio constitucional. Los gobiernos locales (zemstvo) eran considerados como el embrión de un gobierno parlamentario y la liberalizan en materia legal estimuló la elaboración de una legislación también a escala nacional. La abolición de la servidumbre promovió el deseo y la necesidad de una reforma agraria de mayor alcance; con el nuevo plan de educación instituido por el zar, que permitió el acceso de los jóvenes que no pertenecían a la nobleza a la enseñanza secundaria y las universidades, surgió un gran colectivo de estudiantes que se convertirían en la vanguardia revolucionaria. El primer paso fue la organización de un partido que protagonizara el proceso de lucha; en 1898, en Minsk, quedó fundado el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR) que en su II Congreso (1903) ya contaba con dos facciones enfrentadas: mencheviques y bolcheviques.
Revolución de Marzo:
El esfuerzo de la I Guerra Mundial (un conflicto para el que Rusia no estaba preparada), la presión de los partidos de la oposición, que desprestigiaban constantemente a la familia imperial por el trato íntimo que ésta dispensaba al monje Grígori Yefímovich Rasputín y denunciaban la ineficacia del gobierno, así como la propia incompetencia de la dinastía gobernante se convirtieron en un lastre demasiado pesado para el régimen absolutista. En marzo de 1917 se celebró una manifestación en Petrogrado (en la actualidad, San Petersburgo), con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se convirtió en una protesta contra la escasez de alimentos a la que se unieron tropas amotinadas; el gobierno no consiguió restablecer el orden y el poder quedó en manos de un Gobierno Provisional formado por los miembros más destacados de la Duma estatal. El zar Nicolás II, que no contaba con el apoyo de ninguna fuerza, abdicó. Su hijo quedó excluido de la sucesión debido a su frágil salud, y el hermano del zar, el gran duque Miguel, declinó la corona salvo que ésta le fuera ofrecida por la Asamblea Constituyente recién reunida; dado que esto no fue posible, la dinastía Romanov, después de tres siglos de reinado en Rusia, fue derrocada.
El gobierno provisional y el soviet de Petrogrado:
El Gobierno Provisional aplicó inmediatamente diversas reformas liberales y abolió el cuerpo de policía, sustituyéndolo por una milicia popular. La libertad de expresión permitió a los socialistas proclamar finalmente su oposición a la guerra y reclamar una paz democrática sin reparaciones ni anexiones. Imperaba una atmósfera de júbilo y reconciliación que afectaba incluso al partido más beligerante, el bolchevique, cuyos líderes regresaron de su exilio en Siberia para dirigir la política de la organización en ausencia de su verdadero jefe, Lenin, que se encontraba aún en Suiza. Liev Kámenev y Iósiv Stalin, redactores del periódico bolchevique Pravda (La Verdad), siguieron la línea general mantenida por el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados de Petrogrado, y reclamaron apoyo para el nuevo régimen siempre y cuando su política no entrara en conflicto con los fines de la revolución. A la formación del Soviet de Petrogrado siguió la de otros muchos en distintas ciudades rusas, con lo que en Rusia quedó establecido lo que la historiografía posterior definiría como ‘doble poder’: el Gobierno Provisional y los Soviets.
El 16 de abril de 1917, Lenin consiguió llegar a Petrogrado. Su viaje había sido organizado por el Estado Mayor alemán, que sabía que Lenin era un elocuente orador que defendería la retirada rusa de la contienda que se venía desarrollando en Europa. Partió en un tren especial que cruzó Alemania con destino a Suecia, y desde allí se dirigió Rusia a través de Finlandia. Tras su llegada, Lenin expuso las llamadas Tesis de Abril, en las que declaró que los bolcheviques no apoyarían al Gobierno Provisional, y pidió la confraternización de los soldados de los diversos estados en el frente para poner fin a la guerra imperialista e iniciar la revolución a escala internacional. Su partido repudió estas tácticas inicialmente alegando que desembocarían en un aislacionismo suicida para los bolcheviques; sin embargo, al cabo de un mes, Lenin les había persuadido de que la única forma de que triunfara la revolución socialista era que Rusia abandonara la lucha en Europa y los bolcheviques se mantuvieran independientes, evitando alianzas con otros partidos, especialmente con la mayoría menchevique del Soviet de Petrogrado. Durante los meses siguientes, la propaganda de los bolcheviques, fortalecidos tras el regreso del exilio en Europa y Estados Unidos de Liev Trotski, promovió constantemente esta idea, por lo que fueron el Soviet de Petrogrado y el Gobierno Provisional los que quedaron aislados a mediados del verano, frente a las fuerzas que reclamaban el fin de la lucha en Europa.
Mientras el gobierno intentaba seguir fiel a su política de continuar la guerra hasta su conclusión satisfactoria y mantener sus pactos con las potencias aliadas (actitud que le supuso el desprecio del pueblo, que le consideraba el heredero político del zar) y los socialistas moderados del Soviet se afanaban en vano por perfilar un programa sencillo que las masas pudieran entender y respaldar, los bolcheviques continuaban su campaña derrotista en defensa de la fraternizan. Hacia mediados de mayo, la desintegración del Ejército era tal que, cuando el ministro de Guerra y el ministro de Asuntos Exteriores dimitieron debido a que éste último hizo públicos los objetivos bélicos del gobierno, Alexandr Kerenski, un miembro del grupo socialista, decidió que podría desempeñar el cargo de ministro de Guerra para intentar frenar el deterioro de la situación. Recorrió el frente pronunciando discursos alentadores y pidió a las tropas que entregaran su vida por un país democrático, no que acudieran al campo de batalla obligados por los látigos y las armas de los superiores, como había sido su situación cuando combatía a las órdenes del zar. La moral de las tropas se restableció temporalmente.
En esos momentos, había cuatro ministros socialistas en el gobierno, lo cual sirvió únicamente para moderar las críticas y la oposición del Soviet. Sin embargo, Lenin continuó reclamando “todo el poder para los Soviets”, a la vez que atacaba a los socialistas que habían sido seducidos por el poder. En el Congreso de Soviets de toda Rusia, que se celebró el 16 de junio, un delegado menchevique afirmó enérgicamente que ningún partido podría gobernar en solitario ante tales circunstancias, a lo que Lenin replicó que los bolcheviques sí eran capaces de hacerlo. Sus palabras fueron recibidas con abucheos y burlas. En este I Congreso de Soviets, se creó un órgano central para la organización de los mismos: el Comité Ejecutivo Central de Soviets de toda Rusia (VTsIK).
El Gobierno Provisional, incapaz de solucionar los problemas internos y anhelando poner fin a sus compromisos con los aliados occidentales, lanzó una ofensiva a finales de julio que fracasó y provocó la des organización del Ejército. Parecía que la propaganda bolchevique estaba justificada y los soldados, en palabras de Lenin, “votaron con los pies” cuando desertaron del frente. La situación en Petrogrado era tal que el Congreso de Soviets se vio obligado a reclamar la abolición de la Duma y la convocatoria de una asamblea constituyente para el 30 de septiembre. La gran influencia de los bolcheviques quedó demostrada en una manifestación organizada por el Soviet, a la que acudieron 400.000 trabajadores de Petrogrado, y a la que siguió una marcha armada de 500.000 trabajadores, soldados y tropas procedentes de la fortaleza insular de Kronstadt los días 16, 17 y 18 de julio. Las fuerzas de los bolcheviques se encontraban en el núcleo más beligerante de esta gran masa armada, formada por tropas de guarnición poco dispuestas a poner en práctica el plan del Gobierno Provisional; éste consistía en enviar a los soldados al frente siguiendo un sistema rotativo, mientras que los bolcheviques deseaban mantenerlos en la capital para hacerse con el poder.
El aumento del poder de los Bolcheviques:
Parecía que había llegado el momento de que los bolcheviques asumieran el mando, pero Lenin no confiaba aún en que su partido contara con suficiente apoyo fuera de la capital o en que el Gobierno Provisional hubiera perdido el respaldo del Ejército; por ello, trató de convencer al Soviet de que sus intenciones eran pacíficas. A su vez, el gobierno estaba preparando un proceso contra Lenin, al que se acusaba de ser un agente al servicio de Alemania. Sin embargo, Lenin fue puesto sobre aviso y pudo huir a Finlandia. En Petrogrado, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una prensa hostil, y a la opinión pública, que les acusaba de intentar traicionar al Ejército y de estar preparando un golpe de Estado.
Resulta paradójico que los bolcheviques acabaran salvándose gracias al propio gobierno. Mientras Lenin y su partido atacaban al gobierno por su lamentable administración en todos los campos, un ansia de revanchismo se había apoderado de los oficiales del Ejército, liderados por su comandante en jefe, el general Lavr Kornílov. El lema “democracia soviética” impedía a los oficiales cumplir con su deber militar tanto en el frente como en la retaguardia, y la ola de indignación se materializó en un plan de acción. Kornílov apremió a Kerenski, que se había convertido en primer ministro el 20 de julio, para que le permitiera dirigirse a la capital con una división de tropas leales, eliminar a la oposición e implantar una dictadura militar. Kerenski accedió en un principio, pero revocó la orden más tarde ante el temor de ser él mismo uno de los objetivos de Kornílov. Éste ignoró la anulación de la orden y avanzó hacia la capital. Kerenski mandó que fuera arrestado y solicitó al Soviet y los bolcheviques, a los que suministró armas, que defendieran Petrogrado. Mientras tanto, los soldados y trabajadores que habían de hacer frente a las tropas de Kornílov consiguieron convencerlas de que no avanzaran, con lo que concluyó el golpe de Estado.
Sin embargo, estos acontecimientos tuvieron dos importantes consecuencias: la acción del gobierno fue considerada como una traición por el cuerpo de oficiales, por lo que el gabinete de Kerenski perdió prácticamente todo el apoyo militar, mientras que sus más acérrimos enemigos, los bolcheviques, tenían a su disposición en esos momentos a 40.000 soldados disciplinados y armados, la Guardia Roja. Lenin comenzó a preparar la campaña para llevar a cabo una rebelión armada. Desde su refugio finés, envió numerosos artículos al diario Pravda y dirigió diversas cartas al comité del partido bolchevique; había llegado el momento de que el Soviet se hiciera con el poder. A pesar del fervor con el que había alentado a sus seguidores, Lenin no estaba seguro de que la revolución pudiera triunfar ni de que ésta fuera acogida favorablemente en todo el país. Fue Trotski, entonces presidente del Soviet de Petrogrado, quien encontró la solución; tras formar el Comité Militar Revolucionario, convenció a Lenin de que hiciera coincidir el alzamiento con el II Congreso de los Soviets, convocado para el 7 de noviembre, y declarara que el poder había sido transferido a los Soviets de Diputados de Obreros, Soldados y Campesinos, con lo que disminuiría el riesgo de que se le acusara de haber usurpado el poder en nombre de la clase trabajadora.
En la noche del 6 de noviembre, la Guardia Roja ocupó los emplazamientos claves de la capital y tomó el Palacio de Invierno, en donde fueron arrestados los ministros del Gobierno Provisional (Kerenski consiguió escapar). Al día siguiente, Trotski anunció, según lo previsto, el traspaso del poder a los Soviets.
El nuevo gobierno:
El Congreso de Soviets de toda Rusia se reservó para sí el poder supremo en la nueva estructura gubernamental. El cumplimiento de las decisiones aprobadas en el Congreso se encargó al Soviet (Consejo) de Comisarios del Pueblo (o Sovnarkom), que constituía el primer Gobierno Obrero y Campesino, y tenía un carácter provisional hasta que fuese convocada una Asamblea Constituyente. Su autoridad estaba supeditada al Congreso de los Soviets y a su Comité Ejecutivo Central. Cada uno de los comisarios presidía una comisión, el equivalente de los ministerios de otros regímenes. Lenin fue elegido presidente del primer Sovnarkom, gabinete en el que también ingresaron Trotski (como comisario del pueblo (ministro) para las Relaciones Exteriores) y Stalin (comisario del pueblo para las Nacionalidades).
Los Decretos sobre la Paz (para iniciar rápidamente negociaciones que condujeran a la misma) y sobre la Tierra (nacionalización de ésta y abolición de los grandes latifundios sin indemnización), adoptados por el II Congreso de Soviets de toda Rusia antes de su disolución, recibieron un amplio apoyo por parte del nuevo gobierno, y fueron decisivas a la hora de garantizar la victoria de los bolcheviques en otras ciudades y provincias. El 15 de noviembre, el Consejo de Comisarios del Pueblo proclamó, mediante la Declaración de los Derechos de los Pueblos de Rusia, el derecho a la autodeterminación de éstos, sobre la base de la plena igualdad y soberanía, lo que abría la posibilidad de que las nacionalidades que habían sido integradas por la fuerza en el Imperio zarista pudieran separarse voluntariamente; no obstante, esta cámara expresó su confianza en que los trabajadores de distintos pueblos nacionales decidieran permanecer en Rusia. Se nacionalizaron los bancos y se concedió el control de la producción a los trabajadores. La industria se fue nacionalizando gradualmente. La Asamblea Constituyente, que se reunió en Petrogrado en enero de 1918, y en la que los bolcheviques eran únicamente una pequeña minoría, fue disuelta por el nuevo gobierno, alegándose que, en tanto que representaba la fase burguesa de la revolución por haber sido convocada por el Gobierno Provisional, debía ser sustituida por una auténtica institución revolucionaria, como sucedió de hecho cuando en su lugar fue reunido el III Congreso de Soviets de toda Rusia, que aprobó la Declaración de los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado, como preámbulo de la Constitución por la que quedó proclamada la República Socialista Soviética Federada de Rusia.
La guerra civil:
Una vez que los bolcheviques se hicieron con el control, el nuevo gobierno puso fin a la participación de Rusia en la I Guerra Mundial a través de la firma de la Paz de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918. De acuerdo con lo establecido en este tratado, los rusos se vieron obligados a entregar los estados bálticos, Finlandia, Polonia y Ucrania. El pueblo se indignó por la pérdida de estos territorios, y la oposición al partido bolchevique provocó una guerra civil que se inició en 1918 y concluyó en 1920. El gobierno de Lenin, establecido en Moscú (la nueva capital), adoptó medidas para eliminar a sus rivales políticos. Aunque el campesino no era seguidor de los comunistas, decidió apoyarles ante el temor de que una victoria de los ‘blancos’ acarreara la restauración de la monarquía. El Ejército Blanco, desorganizado y con escasos apoyos, fue derrotado en 1920 por el Ejército Rojo.
Lenin y el Partido Comunista Ruso (nombre que recibió en 1918 la formación política integrada por los bolcheviques del antiguo POSDR) se hicieron con el control del país. Las huelgas de los trabajadores, las revueltas campesinas y la rebelión de la guarnición de Kronstadt, que reclamaba un gobierno formado exclusivamente por socialistas, fueron reprimidas en poco tiempo. En 1921, Lenin estableció la Nueva Política Económica para fortalecer al nuevo Estado, empobrecido tras siete años de desórdenes y declive económico. El 30 de diciembre de 1922 se constituyó oficialmente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en la que los territorios étnicos del antiguo Imperio Ruso se unieron a la República Socialista Soviética Federada de Rusia.

¿MENTIRA O VERDAD?
Durante toda una vida me he planteado que el problema no es ideológico, no es el capitalismo, el marxismo ni el Comunismo, el asunto esta en una clase muy superior que dominan todos los gobiernos de la tierra y esa clase no juega con sus intereses mercuriales, esas grandes familias banqueras son la que controlan el mundo y mucho que no investigan están como guanajos y borregos creyendo que el problema es ideológico, grandes familias banqueras controlan el mundo, magnates petroleros y el mundo del Jet-set del manejo mundial de la economía y el Don dinero.
He intentado tener algunas horas de reflexión, analizando quienes gobiernan el mundo y las conspiraciones bancarias dirigidas a crear crisis económicas para favorecer a un grupo indeterminado de familias que gobiernan el mundo.
Y comenzando a investigar que desde los años (1743-1812) nació un ingenioso personaje llamado Meyer Amschel Rothschild que a diferencia de otros banqueros, este banquero alemán de origen judío se dio cuenta de que la mejor forma de hacer fortuna era prestar grandes sumas de dinero a diferentes potencias europeas, a un alto interés. El único problema consistía en que esos países pagaran los préstamos Rothschild era consciente de la posibilidad que los grandes reyes y gobernantes de su época se negaran a rembolsar la deuda.
Una de la forma de asegurar la devolución del préstamo era lograr cierto poder en esos gobiernos para, de este modo, poseer la facultad de intervenir en su política nacional. La celada consistía en que si el rey o Gobernante intentaba desviarse de la línea marcada por el gran banquero, financiaba a su enemigo o rival. Es decir, toda nación debe tener enemigo, y si no existía Rothschild se encargaba de crearlo.
Para llevar a cabo su plan, el banquero repartió sus hijos por Europa, creando diferentes sucursales de su entidad bancaria. A lo largo del siglo XIX se puede apreciar la influencia de los Rothschild en buena parte de los conflictos europeos. El profesor de economía Stuart Crane escribe. Sí uno mira hacia atrás, se da cuenta de que cada guerra en Europa durante el siglo XIX, terminaba con el establecimiento de una balanza
de poder. Cada vez que se barajaban los naipes, había un balance de poder en un nuevo agrupamiento alrededor de la Casa de Rothschild en Inglaterra, Francia o Austria.....Investigando los estados de deuda de las naciones en guerra, generalmente indicarán quien será castigado.
Años mas tarde, otras familias de banqueros se apuntarían al mismo juego de trafico de influencia sobre los estados y naciones, verdaderos planificadores juntos a los Rothschild responsable de la historia de la humanidad y el mundo durante los siglos XIX, XX y en ahora XXI.
Algunas de las prebendas y concesiones por los préstamos a naciones se referían a explotación de minas, facilidad para montar todo tipo de industrias, explotación en la zona franca y todo tipo de control en la política económica de los gobiernos donde esta familias de banqueros prestaban.
Pero esta grandes familias de banqueros lo que ansiaban realmente era el control del dinero nacional. Para ello consiguieron que las principales potencias europeas, como pago a los préstamos, les concediesen el control de sus bancos centrales.
Así nacieron los bancos centrales de cada país, por ejemplo en Alemania, Inglaterra o Francia.
Sobre esta cuestión, el London Financial Times del 26 de septiembre de 1921 publicaba que media docena de hombres, en la cumbre de los cinco grandes bancos, podrían alterar toda la obra financiera del gobiernos.
En Estados Unidos, el presidente Thomas Jefferson, temiéndose lo que se avecinaba, como ahora en la gran recepción financiera en ese tiempo escribió. ¨ Creo sinceramente, como tú, que los establecimientos bancarios son más peligrosos que los ejércitos en pie.
Cada vez un mayor número de políticos se percataban de que las grandes familias de banqueros en vez de competir entre si, más bien constituían alianzas para llevar a cabo un plan de acción común. Estas alianzas no se llevaron a cabo con fusiones bancarias, sino por medio de lazos mucho más fuertes. Nos referimos a los lazos matrimoniales.
Así, con las uniones de sangre, comienza la verdadera historia del poder mundial y la globalización, podemos ver como grandes familias de banqueros se casaban entre si, como también grandes familias de ricos se casan.
Una vez conseguido todo el poder europeo casaban los banqueros sus familias con otros banqueros. Los banqueros que son los verdaderos conspiradores modernos, pusieron sus mira a los Estados Unidos, pieza fundamental para obtener el poder absoluto ya que lo tenían en Europa, su plan soterrado era crear un banco central estadounidense que controlarían totalmente, al igual que estaban haciendo con los grandes bancos europeos.
El senador Nelson Aldrich, recordemos, agente del grupo Morgan, se dedico junto a Paul Warburg a fomentar la idea de una Transformación Bancaria en Estados Unidos para el año 1907 a la igual que ahora se produce un pánico bancario de cierta relevancia fomentando por la banca Morgan, por lo que Aldrich consigue el apoyo del Senado para
presidir la Comisión monetaria Nacional del Senado.
Desde esa privilegiada posición, Aldrich organizo a finales de 1910 la reunión secreta más importante de la historia de los Estados Unidos y probablemente del mundo. En la isla Jekyl se reunieron Paúl Warburg, Nebjamin Strong, presidente en ese entonces de la Bankers Trust, propiedad de los Morgan, Hewnry P. Davinson, miembro de la compañía J.P. Morgan, Frank A. Vanderpil, presidente del Nacional City Bank, propiedad de Los Rockefeller y P. Piatt Andrew, segundo secretario de la Tesorería de los Estados Unidos.
Allí decidieron, según confesaría Vanderlip en sus memorias, la creación del Banco Central estadounidense. Los participantes acordaron evitar este nombre para no levantar las suspicacias del publicó y decidieron llamarle Reserva Federal. El informe de la Comisión Monetaria y la Ley del sistema de la Reserva Federal también fueron
elaborados en dicha reunión.
Sin embargo, la ley Aldrich no fue aprobada por el Congreso y los banqueros tuvieron que esperar un par de años para llevar a cabo sus planes, el problema se resolvió en las elecciones presidenciales de T. Roosevelt, donde Wilson y Taft. Los dos primeros fueron apoyados en su campaña por los mismos que idearon la ley de la Reserva Federal. Cuando Wilson gano las elecciones, inmediatamente consiguió que el congreso aprobase la Ley.
Los banqueros controlaban ya el Banco Central de los Estados Unidos. Wright Patman, presidente de la Comisión Bancaria del Congreso, advirtió refiriéndose a la creación de la Reserva Federal. En Los Estados Unidos de hoy tenemos, en efecto, dos gobiernos....Un gobierno legal debidamente constituido y otro independiente, sin control ni coordinación, esto es el sistema de la Reserva Federal.
Comentarios de muchos profesionales que no investigan o iluso creen que los presidentes de mundo son lo que mandan en los gobiernos. Atento contra los intereses.
Por su parte el senador C. A. Lindbergh afirmó que este acto establece el trust más poderoso de la tierra. Cuando el presidente firme este acto, el gobierno invisible del poder monetario sea legalizado. Desde entonces las depresiones económicas son totalmente planificadas, incluido el famoso Crack de 1929, tal como reconoció
Louis MacFadden, presidente de la Comisión Bancaria y Comité de Circulante del Congreso.
Nota para reflexión: En 1926, la Standard Oil de New York y su subsidiaria, la Vacuum Oil Company, a traves de Chase nacional Bank, cerro un acuerdo para vender petróleo soviético en los países Europeos. En ese momento se informó de que habían hecho un préstamo a los bolcheviques de 75 millones de dólares, parte del precio del acuerdo. En 1927, el socio de Rusia la Standard Oil de New York, construyó una refinaría de petróleo en Rusia.

*¿QUE SABE EL PEZ DEL AGUA DONDE VIVE TODA SU VIDA?
*¿QUE IMPORTA SABER LO QUE ES  UNA LINEA RECTA, SI NO SE SABE LO QUE ES LA RECTITUD.
*EN DEMOCRACIAS, LAS REVOLUCIONES SON CASI SIEMPRE OBRAS DE LOS DEMAGOGO.



[J§l].
MMXIII.

La PERDICIÓN DEL HOMBRE ES EL OLVIDO.

martes, 17 de septiembre de 2013

¿UNA VERDAD SOBRE ZOMBIS?

INNEGABLE VERDAD SOBRE LOS ZOMBIS.

De unos años a esta parte, el mundo entero vive un boom inusitado del género Zombi, con series de televisión, libros convertidos en best seller, cómics y películas dedicadas a tan terrorífico personajes. Y lo que aún está por llegar.

DEFINICIÓN:
Un zombi (en ocasiones escrito erróneamente con la grafía inglesa zombie) es, originalmente, una figura legendaria propia de las regiones donde se practica el culto vudú. Se trata de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo.
De acuerdo con la creencia, un houngan, bokor o hechicero vudú, sería capaz, mediante un ritual, de resucitar a un muerto, que quedaría sin embargo sometido en adelante a la voluntad de la persona que le devuelve a la vida.
Coloquialmente y en sentido figurado, zombi se usa para designar a quien hace las cosas mecánicamente como si estuviera privado de voluntad.
LAS PRUEBAS DE LOS MUERTOS VIVIENTES:
Desde 1932 Desde que Bela Lugosi protagonizara La legión de los hombres sin alma, los zombis se han posicionado como rivales muy competitivos de los vampiros, las momias y los monstruos tipo Frankenstein. Son criaturas que tienen mucho gancho para la producción artística y en el folclore popular, pero ¿qué son exactamente? Y la gran pregunta: ¿existen?
Según Alfred Métraux, autor del libro Le Vaudou haitien, publicado en 1959, los zombis son "difuntos debidamente registrados, a cuyo entierro han asistido testigos, que al cabo de unos años reaparecen en un estado que roza la imbecilidad. En Puerto Príncipe hay unos cuantos, incluso entre los más instruidos, que no dan credibilidad a estas historias macabras".
Como es lógico, fuera de Haití dichas historias se recibieron con cierto escepticismo.
LA ZOMBIFICACION:
Uno de los primeros extranjeros que presenció un episodio relacionado con zombis en Haití fue la escritora y etnógrafa Zora Neale Hurston, formada en Estados Unidos con el presti­gioso antropólogo Franz Boas. En octubre de 1936 una mujer vagaba desnuda por el valle de Artibonite. Se llamaba Felicia Félix-Mentor y había muerto y sido enterrada con 29 años. Hurston visitó a la mujer en el hospital de Gonaives y contó que tenía "la cara pálida, la mirada muerta y los párpados blancos, como si se los hubieran quemado con ácido".
Según ella, en Haití a la gente se la "zombificaba" cuando traicionaban los secretos de alguna sociedad clandestina. Nadie la creyó; Métraux se refirió a ella con condescendencia: "Zora Houston [sic], que es muy supersticiosa...". Aun así, Métraux reprodujo una historia protagonizada por dos miembros de la alta sociedad: a uno de ellos se le estropeó el coche y fue invitado a casa de un señor con barba blanca, que resultó ser houngan, cura vudú. Molesto por el escepticismo de su invitado sobre el wanga (hechizo mágico), le preguntó si había conocido a un tal monsieur Celestin, amigo íntimo del visitante. El anfitrión dio un latigazo y entró en la estancia un hombre arrastrando los pies.
El visitante, horrorizado, reconoció a su viejo amigo Celestin, fallecido seis meses atrás. El zombi alargó la mano hacia un vaso (al parecer tenía sed), pero en ese momento el houngan lo detuvo diciendo que no había nada más peligroso que dar o recibir algo de la mano de un muerto viviente. Le contó que Celestin había muerto víctima de un hechizo y que el brujo que lo había matado se lo vendió por 12 dólares.
Ésta y otras historias relatadas por Métraux reflejan su creencia en que los zombis son personas que, literalmente, han muerto y resucitado. Como es de suponer siempre negó que se tratara de una superstición.
UNA HERENCIA DEL ESCLAVISMO:
Dos siglos después de su descubrimiento en 1492, la isla de Santo Domingo (actual Haití) se había convertido en una base de ope­raciones de piratas y bucaneros. En 1697 los españoles cedieron la isla a los colonos franceses, que desarrollaron un próspero comercio de azúcar gracias a los esclavos africanos.
El trato que recibían los esclavos era de una crueldad absoluta; los colgaban clavándoles las orejas de los árboles, o los untaban de melaza para que las hormigas se los comieran vivos, por ejemplo. Ante semejante situación muchos intentaban huir a las montañas, aun a riesgo de ser capturados y duramente castigados.
En la década de 1740 un esclavo llamado Macandal, que había perdido el brazo en una prensa de azúcar, huyó al monte y enseñó a los cimarrones (como se conocía a los esclavos que huían) cómo envenenar a los colonos y a su ganado. Macandal acabaría siendo traicionado y condenado a la hoguera (según dicen logró escapar utilizando sus poderes mágicos). Desde entonces las sociedades secretas extendieron la leyenda entre los esclavos negros.
Tras las sublevaciones de la década de 1790 las autoridades francesas se fueron desmoronando poco a poco, y a pesar de la salvaje restauración liderada por Napoleón, el emperador jamás logró conquistar el interior de la isla. Desde que se marcharon los franceses en 1804 y hasta 1859 se sucedieron varios emperadores negros, pero desde entonces se han alternado situaciones de apa­rente anarquía con épocas de autoritarismo extremo.
Zora Neale Hurston afirmó que la zombificación se efectuaba con la ayuda de un "veneno de acción rápida". Una aseveración que ganó credibilidad a principios de la década de 1980 cuando el joven antropólogo estadounidense Wade Davis oyó rumores de que el veneno de los Tetraodontidae (especie a la que pertenece el pez globo) se utilizaba para zombificar a las víctimas.
EL HERMANO ZOMBI:
A través del psiquiatra neoyorquino Nathan Hiñe, Wade Davis se enteró de dos casos que parecían demostrar que la zombificación no era una fantasía. En 1962 un campesino haitiano de 40 años, Clairvius Narcisse, ingresó con fiebre en el hospital Albert Schweitzer, en el valle de Artibonite. Dos días después murió y fue enterrado. En 1980 un hombre abordó a la hermana del difunto, Angelina, y se identificó como el fallecido. Le dijo que había sido zombificado por orden de su otro hermano, con quien mantenía una disputa patrimonial. Clairvius le contó que lo habían sacado de la tumba y lo habían llevado a trabajar con otros zombis. Al cabo de dos años consiguió huir; desde entonces vagaba por el país. Al enterarse de la muerte de su hermano, decidió volver al pueblo.
Su identidad fue confirmada y la BBC produjo un reportaje sobre el caso. El mismo año un grupo de zombis apareció vagando por el norte de Haití, justo donde Clairvius había cumplido sus supuestos trabajos forzados. Todos ellos confirmaron el relato de su huida.
Cuando Davis llegó a Haití se interesó por una planta llamada Datura stramonium, también cono­cida como estramonio o hierba del diablo. Fue a ver a Max Beauvoir, experto en vudú, y entrevistó a Clairvius, quien confirmó todo lo que se había dicho de él.
EL VENENO DEL PEZ GLOBO:
La investigación de Davis lo llevó hasta un sapo venenoso, la Rhinella marina (o sapo de caña) y a dos variedades de Tetmodontidae que se hinchan a base de agua cuando se sienten amenazadas. Ambos contienen una neurotoxina letal llamada tetradoxina, que es muy potente (una pizca es suficiente para causar la muerte).
De hecho, un relato de 1774 cuenta que el capitán James Cook sufrió lo indecible tras ingerir huevas y el hígado cocinado de un pez globo. Actualmente el sashimi de pez globo es una delicatessen en Japón. Los chefs separan las partes venenosas del pez, pero el hígado, que puede resultar letal, se come una vez lavado y hervido.
Davis tuvo claro que el veneno del pez globo no era el único secreto de la zombificación. En La serpiente y el arco iris, de 1985, describe la búsqueda de las muestras de veneno que llevó a cabo. Su objetivo era conseguirlas para que las estudiasen en un laboratorio. Conoció a varios houngaw y asistió a interesantísimas ceremonias; en algunas vio a gente poseída por espíritus y presenció cómo una mujer se ponía un cigarrillo encendido en la lengua sin quemarse.
ZOMBIS DE VERDAD:
El periplo de Davis concluyó de forma precipitada cuando uno de sus principales patrocinadores murió y otro sufrió un infarto. No obstante, en su libro deja bastante claro que el secreto de la zombificación es un veneno capaz de provocar todos los síntomas de la muerte. Una vez exhumado el cuerpo, se le suele administrar un antídoto y otras drogas que lo dejan prácticamente idiotizado.
Un programa de televisión producido en 1984 por la BBC confirmó que la zombificación es fruto de un veneno que afecta a ciertas conexiones neuronales y reduce el nivel de la conciencia.
A Davis no le quedaron muchas dudas sobre el tema, pero parece que su investigación sobre el vudú lo convenció de que la clave iba más allá de las explicaciones puramente naturalistas.
LA OBRA DE UN MARIDO CELOSO:
En 1976 una mujer de 30 años llamada Francina Illeus, conocida como Ti Femme, fue declarada muerta. Al cabo de tres años su madre la halló con vida; la reconoció por una cicatriz en la sien. Al examinar el ataúd de Illeus se descubrió que estaba lleno de piedras. La teoría de la difunta era que su marido la había mandado zombificar tras un ataque de celos.
CREANDO EL VIRUS ZOMBI:
Imagínese un escenario en el que, mediante técnicas de ingeniería genética, el virus de la rabia se mezcle con el de la gripe para que sea transmisible por el aire, con el del sarampión para que produzca cambios en la personalidad, con el de la encefalitis para que el cerebro arda de fiebre y aumente la agresividad y, por ultimo, con el del ébola para que el infectado sangre a borbotones. Todo combinado produciría algo como un virus zombi. Ahora ¿veríamos tan simpáticos a los zombis de saber que es un fenómeno factible?
En un documental de National Geographic Titulado “La verdad detrás de los Zombis, Emitido el 2 de Octubre del año 2011 en Estados Unidos, afirma: “Los humanos no podemos volver a la vida una vez que morimos, pero que, según los científicos, ciertos virus podrían unirse genéticamente para crear un comportamiento agresivo en las personas y una conducta propia de los zombis que aparecen en las películas.

*Todo lo desconocido, es un misterio; pero todo lo conocido e inexplicable es un enigma.
*Solo es útil el conocimiento que nos hace mejores.
*La religión esta en el corazón no en las rodillas.

                                                                                                                                                             
[J§l].
MMXIII.
UNA MENTE ABIERTA PUEDE CAMBIAR EL MUNDO.

lunes, 16 de septiembre de 2013

¿ESTAMOS PROTEGIDOS?

Somos la única especie que se alimenta de la leche de otro animal y que lo continúa haciendo durante el resto de su vida:

¿ES EL MENÚ LETAL?:
Imprescindibles y prohibitivos, irresistibles y nocivos. De manera tan amplia podemos contemplar a los alimentos, capaces de oscilar desde la esfera de lo saludable hasta el infierno de la enfermedad. En ellos no sólo residen los nutrientes esenciales para la vida, sino también un creciente número de sustancias y compuestos artificiales que envenenan silenciosamente nuestros cuerpos. ¿Hasta qué punto estamos desprotegidos frente a esta amenaza invisible? ¿Podemos hacer algo para remediarlo?
El mercado de la alimentación genera clientes para el mercado de la salud en el primer mundo, mientras los excedentes alimenticios terminan en la basura para mantener los precios (excluyendo así su uso humanitario) o bien llegan a consumidores de tercera, generalmente en los mismos países pobres de los que se extrajeron las materias primas, llevando con ellos más enfermedad por su insalubridad, y pobreza por la dependencia importadora que acarrean. Un ejemplo cercano lo encontramos en Argentina, donde la siembra de soja transgénica patentada por la controvertida multinacional Monsanto ha desplazado salvaje-mente al resto de cultivos, eliminando la diversidad productiva del país e instalando un peligroso monocultivo de alto rendimiento.
¿ESTA LA SALUD PÉRDIDA?:
Otro escandaloso ejemplo lo encontramos amplia-mente descrito en Crisis económica y Apocalipsis, obra del escritor y especialista en medio ambiente Gabriel Wüldenmar. En ella se hace eco de las múltiples de­nuncias impulsadas por particulares y organizaciones internacionales contra los desmanes cometidos por Coca-Cola en muchos países. Dejando a un lado su agresiva política empresarial y el poder aplastante que ejerce (que, según tales denuncias, llega a situarla al margen de la ley), Wüldenmar explica lo nefasta que es su presencia en países como la India, donde además de perjudicar gravemente la economía local ha incurrido en la ocupación ilegal de tierras, en el expolio y desperdicio masivo de los escasos recursos hídricos y en la contaminación de acuíferos y zonas de cultivo con residuos como plomo o cadmio. “Casi toda el agua que Coca-Cola usa es para limpiar máquinas y botellas. Ellos ponen productos químicos en el agua y la contaminan, perjudicando los suelos, las plantas y los acuíferos”, explica el activista hindú Amit Sri-vastava, de la organización India Resources. Todo ello llegando a comercializar incluso sus productos con proporciones del pesticida DDT, usado en agricultura, “30 veces mayores que las autorizadas por las normas estadounidenses y europeas”, sentencia Wüldenmar.
Autores como el reputado médico francés Jean Seignalet, interno, investigador y docente en el Hospital y en la Universidad de Montpellier, han entendido como pocos dentro del ámbito académico la importancia del binomio alimentación-salud. Más allá de sobrevivir a través de la alimentación, Seignalet propone en su imprescindible La alimentación, la 3a medicina apostar por una alimentación consciente y natural que nos devuelva la salud perdida, un retorno a las prácticas alimenticias de nuestros ancestros. Por encima de ideas románticas o de principios filosóficos, esa vuelta atrás a un régimen alimenticio milenario está basada en rigurosas observaciones e investigaciones científicas, así como en la evidencia biológica de la inadaptabilidad de nuestro organismo a las moléculas generadas por la alimentación moderna.
Cualquier adaptación evolutiva requiere de un tiempo que en ningún caso se ha dado en los seres humanos en relación con la alimentación, de manera que no estamos preparados para digerir alimentos modernos como la leche animal, los derivados de cereales procesados, por muy ecológicos y biológicos que sean, y mucho menos la amplia gama de aditivos usados hoy en día en la industria de la comida. Si atendemos a las propuestas de Seignalet, quien obviamente no contempla una adaptación biológica a esos alimentos al margen de cientos de miles o millones de años, la alimentación moderna y la ancestral difieren en seis puntos claves, puntos que le permiten al autor rastrear un buen número de enfermedades y formular propuestas terapéuticas basadas en su modificación. A saber: el consumo de cereales domésticos  el consumo de leche animal y sus derivados, la cocción de numerosas sustancias, la preparación de aceites, la contaminación alimentaría y el riesgo de carencias de vitaminas y minerales.
¿ES UNA IN-ADAPTACIÓN EVOLUTIVA?:
Algunos estudios recientes han relacionado la in-gesta de leche de vaca con graves patologías.
Muchos autores anteriores ya habían puesto el acento de manera puntual o global sobre la nocividad de estos factores, al encontrar una correlación con la incidencia o ausencia de ciertas enfermedades “cáncer, diabetes, alergias, obesidad, depresiones, artrosis, hipercolesterolemia, migrañas, etc.” en función de su presencia en la dieta, aunque ninguno con la claridad de Seignalet. Haciendo acopio de una abundante biografía médica, de un sentido común aplastante y de sus agudas observaciones y experiencia, este médico francés, fallecido en 2003 y pionero en el terreno de los trasplantes, planteó que muchas enfermedades modernas tenían su raíz en el ensuciamiento celular y en los procesos de eliminación de los agentes agresores que los provocan, agentes íntimamente ligados a los seis factores citados. Seignalet argumenta con solidez, siguiendo la estela de otros autores como el físico suizo Guy-Claude Burger, la doctora Catherine Kousmine, el experto en medicina y medio ambiente Jacques Fradin, el médico Alain Bondil y el ecólogo, físico y experto en alimentación Bruno Comby, que nuestra especie no ha tenido tiempo de adaptarse a los cambios que la alimentación ha padecido desde que pasamos, en el neolítico, de ser cazadores-recolectores nómadas a convertirnos en agricultores y ganaderos sedentarios. Y esa in-adaptación se hace más evidente y grave cuando contemplamos los gigantescos cambios que supuso la aparición de la industria alimentaría en el siglo XX. Nuestras 20.000 enzimas y mucinas son, como afirma el autor, llaves que abren una sola cerradura, de manera que las nuevas y numerosas moléculas que introducimos en nuestros cuerpos procedentes de los nuevos alimentos o de su transformación, son en su mayoría agentes extraños que intoxican o colapsan nuestros organismos. “Las enzimas digestivas (explica) no están adaptadas a algunos alimentos modernos. La digestión imperfecta dejará sin metabolizar numerosas macro-moléculas alimentarías”. Si a ello sumamos la debilidad de nuestras defensas, y en especial la mayor y perjudicial permeabilidad de nuestro intestino, ocasionada por algunos alimentos modernos y su flora de putrefacción, que deja pasar al torrente sanguíneo macro-moléculas indigeribles, toxinas y bacterias, el resultado obvio es la enfermedad. En este punto resulta crucial explicar breve-mente los conceptos de ensuciamiento y eliminación.
¿SON RESIDUOS ALIMENTARIOS?:
La teoría del ensuciamiento celular plantea que el organismo acumula residuos alimentarios, bacterianos y metabólicos que no puede digerir ni eliminar, residuos que se estancan en el ámbito extra-celular y también dentro de la célula. Ello genera cambios en la composición del medio, problemas de comunicación celular, fagocitosis con el consiguiente consumo de energía y liberación de radicales libres, inhibición de enzimas, acción sobre los genes, etc. “El resultado final es el sufrimiento, la muerte o la transformación de las células, del mis­mo modo que la filtración repetida de granos de arena en un motor acaba por atascarlo o ensuciarlo, e impide que funcione con normalidad”, resume Seignalet.
De esta manera y en función de la evolución de tales células que depende de factores concretos y que puede oscilar desde la muerte de la célula a un mal funcionamiento o incluso a su transformación en maligna, el ensuciamiento celular sostenido en el tiempo y no contrarrestado conduce al desarrollo de varios tipos de cáncer, leucemias, Alzheimer, Parkinson, diabetes, osteoporosis, artrosis, esquizofrenia, fibromialgía, arteriosclerosis, litiasis biliar, envejecimiento prematuro, gota, obesidad, aplasia medular y un largo etcétera de patologías que en muchos casos no relacionaríamos con la dieta que llevamos. Por su parte, la teoría de la eliminación plantea la aparición de algunas patologías derivadas del propio proceso de eliminación de los agentes agresores, un proceso de salud y limpieza corporal pero que conlleva el desarrollo de algunas enfermedades. Esta teoría da sentido y solidez a la apreciación tradicionalmente hecha por muchos terapeutas que han sostenido que en los procesos de ayuno y purificación alimenticia pueden generarse malestar, cefaleas, nerviosismo, reacciones cutáneas, etcétera.
La eliminación fisiológica se produce a través del hígado, el colón, los riñones, el intestino delgado, la piel, los bronquios y las mucosas de la boca, nariz y ojos. No obstante, cuando la cantidad de moléculas no metabolizarles es muy abundante y requiere de la intervención de un mayor número de glóbulos blancos, la depuración puede ser patológica, al provocar inflamación en algunas zonas que se agravaría con otros factores, dando lugar a enfermedades como varios tipos de colitis, enfermedad de Crohn, bronquitis crónica, asma, soriasis, eccemas, acné, otitis, sinusitis, conjuntivitis alérgica, aftas... La buena noticia es que son transitorias y todas, tanto las de ensuciamiento como las de eliminación, mejoran o se curan totalmente con un régimen de alimentación concreto  que frene a los seis grandes cambios alimenticios antes citados y de los que pasamos a ocuparnos.
Los seis factores pueden ser contemplados como otras tantas puntas de flecha que hacen blanco en nuestro organismo, con variado efecto e intensidad sobre nuestra salud.
Cereales refinados: En ellos se sustenta una buena parte de la alimentación mundial, variando el tipo y la cantidad de un país a otro. De la selección inicial se ha pasado a una selección masiva, buscando los granos más voluminosos que suelen implicar mutaciones, a la hibridación de especies, al trasplante aclimatando las especies a nuevos entornos y a la actual manipulación genética. Si a ello le añadimos el refinado de los mismos, eliminando el salvado y con él proteínas útiles, minerales, vitaminas y fibras, y la cocción a los que son sometidos frente a su in­gesta cruda primitiva, el resultado es un abanico de sustancias extrañas indigeribles, que generan patologías de ensuciamiento.
Al parecer, sólo el arroz y en menor grado el trigo sarraceno se mantienen moderadamente estables, vinculándose este último y el maíz con una larga lista de patologías, como la poli-artritis reumatoides, la esclerosis en placas, la diabetes juvenil, depresiones nerviosa, es­quizofrenia, Crohn, etcétera.
Leche animal:
En este caso estamos ante una vulneración del sentido común. Somos la única especie que se alimenta de la leche de otro animal y que lo sigue haciendo durante toda su vida. Ningún animal, ni siquiera el hombre hasta hace unos miles de años, consumía otra leche que la materna y sólo en los primeros compases de la infancia, al­go que ha cambiado radicalmente desde que comenzó la selección de ganado lechero en el siglo XIX. La lógica, y también la bioquímica, nos dice que es antinatural, incompatible, pero en torno a la leche y sus derivados se sustenta una gran parte de la industria alimen­ticia internacional, multinacionales que obviamente no están dispuesta a renunciar a un mercado especialmente dañino cuando hablamos de niños y de leche maternizada.
Las proteínas, calcio, hierro, vitaminas, grasas y glúcidos, hormonas y factores de crecimiento de las leches de vaca, cabra y oveja nada tienen que ver con los seres humanos, por no citar el amplio cuadro de enfermedades relacionadas con su consumo. Sin embargo, la oferta en lácteos es cada vez mayor y la publicidad, con mayor frecuencia vinculada a sus propiedades terapéuticas sintéticas más que a las nutricionales, mucho más agresiva.
La cocción de los alimentos:
El autor de La alimentación: la 3a medi­cina sostiene que hay mucho más interés y seguridad en el uso de los aditivos alimenticios, sometidos a numerosos exámenes, que en las sustancias y modificaciones moleculares surgidas de la cocción de los alimentos. Los métodos de cocinado son un factor extraño, ajenos a la evolución de nuestro organismo, recientes en la historia del ser humano. La cocción mejora gustativa-mente los alimentos, permite digerirlos mejor, destruye microorganismos y favorece su conservación, pero da como resultado miles de sustancias nuevas, algunas inexistentes en la naturaleza, indigeribles y casi imposibles de eliminar, como es el caso de las llamadas sustancias de Maillard derivadas de la cocción de las proteínas e inmunes incluso a detergentes y lejías. “Las grasas animales cocidas, especialmente carnes y productos lácteos, favorecen la aparición de cáncer de mama y de colon”, advierte Seignalet. La cocción al vapor suave o el estofado, y otros métodos por debajo del 110°C son la mejor opción, en la que no está incluido en absoluto el microondas.
La preparación de los aceites:
La extracción de los aceites vegetales se ha venido haciendo por pre­sión en frío hasta la Segunda Guerra Mundial, periodo a partir del cual se desarrollan otros métodos que introducen las altas temperaturas, logrando un mayor aprovechamiento de los aceites, pero también una merma muy destacada de su potencial nutricional. La utilización del hexano que no se logra eliminar por completo, permite sacar el 100% del aceite, pero debe ser refinado, proceso industrial que transforma una parte de los ácidos grados in saturados en saturados y otro porcentaje en las nocivas formas trans. Al final resulta un producto a evitar para la salud, pero presente, como el azúcar, en prácticamente todos los alimentos preparados que llegan a nuestras mesas, desde los donuts a las pastas, pasando por las conservas de todo tipo o los embutidos. La alternativa son los aceites de oliva virgen o vegetales vírgenes convenientemente avalados.
La contaminación alimentaría:
La mayor parte de los alimentos que consumimos no los hemos producidos nosotros, de manera que vienen con infinidad de añadidos que escapan a nuestro control. Ese tipo de contaminación es dividida por Seignalet en dos grupos, los aditivos alimentarios y los productos que se administran al ganado y a los cultivos. Los primeros buscan alargar la vida útil de alimento y mejorar su sabor aspecto, mientras que los segundos, son el resultado de explotar los recursos y, básicamente, de vulnerar el equilibrio natural generando condiciones deplorables y moralmente repudiables en la cabaña ganadera. Colorantes, conservantes, antioxidantes, emulsionan-tes, edulcorantes, emulgentes, espesantes, correctores de acidez, aislantes, enzimas, estabilizan-tes, potencia-dores de sabor, humectantes... Están juntos a otros muchos en la lista de aditivos, con efectos nocivos conocidos cuando se sobrepasan las dosis de «seguridad». En el otro grupo anidan las hormonas, los antibióticos, pesticidas, abonos y medicamentos, que entran directamente en nuestro organismo y en algunos casos llegan a generar resistencias, como sucede con los antibióticos. La solución está en optar por productos biológicos, pero ni aún así nos mantendremos al margen de todas esas amenazas. Carencias en vitaminas y minerales: Finalmente, la sexta punta de flecha es la representada por las carencias de minerales y vitaminas que padecemos, tanto por el consumo desmedido de productos refinados y procesados, como por tener unas materias primas que en origen son pobres en esos micro nutrientes esenciales. La agricultura y la ganadería intensivas, en las que añaden estas sustancias como suplementos, terminan por el contrario llevando a nuestros menús alimentos inmaduros, que causan déficit que ni siquiera los productos elaborados enriquecidos pueden solventar, por los diferentes mecanismos de absorción que rigen una alimentación natural de otra que no lo es. Nuestro experto llama a una vuelta a los orígenes, excluyendo de la dieta todos los cereales a excepción del arroz y el trigo sarraceno; eliminar la leche animal y derivados; intentar un consumo basado principalmente en productos crudos; utilizar aceites vírgenes; y optar por los productos biológicos.
NOTA: GRASAS SATURADAS:
Muchas patologías cardiovascu­lares están relacionadas con un mayor consumo de grasas saturadas -inmediatamente vinculadas con las grasas animales- y de las llamadas grasas trans. Lo que pocos saben es que las grasas vegetales más usadas y que tendemos a etiquetar por su origen como saludables, la de coco y palma, son ricas en ácidos grasos saturados, y con ello más dañinas que algunas animales, a pesar de ser vegetales. En cuanto a las (trans), es harina de otro costal. La textura sólida de las grasas animales y su durabilidad contrastaban con el carácter líquido y la menor resistencia de las grasas vegetales, de ahí que se idease un sistema para solventar esos inconvenientes. De esta manera se introdujo en la industria alimenticia la hidrogenación”, un proceso químico consistente en inyectar hidrógeno a ciertos aceites vegetales con un contenido destacable en ácidos grasos poli insaturados. Este proceso hace que se solidifiquen las grasas  que se mejore su textura, se potencie el sabor y alargue su vida, y por tanto la de los productos en los que se usan. La margarina sería el exponente más emblemático, un producto solidificado químicamente a partir de aceites vegetales, que se ha erigido en sustituto de la mantequilla. No obstante  el gran inconveniente de la hidrogenación es que durante la misma se generan ácidos grasos trans, ajenos por completo al organismo, una “molécula extraña” cuyos erectos nocivos empiezan a ser conocidos ahora.
A MODO DE INFORMACIÓN:
Monsanto: Fue fundada en San Luis, Missouri, Estados Unidos en 1901. Su fundador, John Francis Queeny, un químico veterano de la industria farmacéutica, fundó la compañía con capital propio. Dio a la compañía el nombre de soltera de su esposa Olga Méndez Monsanto.
Monsanto se dedica en la actualidad principalmente a la producción de herbicidas y de semillas genéticamente modificadas (alimentos transgénicos).
En sus primeros años, Monsanto distribuyó sacarina. También proveyó de edulcorantes a Coca-Cola, haciéndose uno de sus principales proveedores.
En la década de 1920,  Monsanto expandió sus negocios para la química industrial, como por ejemplo ácido sulfúrico. En la década de 1940 fabricaba plásticos, incluyendo poliestireno y fibras sintéticas.
En 1938 Monsanto adquirió a Fiberloid Corp y el 50% de Shawinigan Resins, empresas que fabricaban plásticos y resinas.
Desde entonces tuvieron negocios relacionados con Searle, quien fabricaba aspartame (NutraSweet) pero en el 2000 Monsanto vendió ese negocio. También tuvieron un negocio enfocado a la somatotropina bovina, que fue luego vendido en 2008.
Monsanto sintetizó la hormona somatotropina bovina. Existen diversos puntos de vista respecto a este producto, ahora propiedad de Eli Lilly.
En Europa, los alimentos transgénicos, principal actividad actual de Monsanto, encuentran gran resistencia entre la población y los agricultores, que no consideran probada su seguridad para la salud humana.
El cultivo de dichos alimentos transgénicos es prácticamente inexistente en el territorio de la Unión Europea con la única excepción de España y Rumanía.
El aspartamo o aspartame: Es un edulcorante no calórico descubierto en 1965 por la farmacéutica internacional G.D. Searl and Company. En 1985 la compañía química Monsanto compró G.D. Searl y creó NutraSweet Company, comercializando desde entonces el aspartamo que se emplea en numerosos alimentos en todo el mundo bajo varias marcas como Natreen y Canderel, además de NutraSweet, y que corresponde al código E 951 en Europa. El aspartamo es estable cuando se encuentra seco o congelado, pero se descompone y pierde su poder edulcorante con el transcurso del tiempo, cuando se conserva en líquidos a temperaturas superiores a 30 °C.
El dulzor relativo del aspartamo es de 150 a 200 veces más dulce que el azúcar. Es necesario destacar que todos los edulcorantes se clasifican con respecto a la sacarosa o azúcar común, por lo que el valor de 200 veces es obtenido en comparación con diluciones hechas en laboratorio de sacarosa (dulzura relativa = 100) al 15%.
Numerosas organizaciones nacionales e internacionales han evaluado la inocuidad del aspartamo y un comité internacional de expertos ha establecido un nivel de Ingesta Diaria Admisible (IDA).
Las 10 mayores fuentes de aspartamo son: chicles, edulcorantes artificiales de mesa, agua saborizada, gaseosa dietética, productos sin azúcar, zumos en polvo, yogures, cereales, medicamentos pediátricos y salsas para cocinar
Lo peor de las malas leyes es que contribuyen en formar hombre, peores que ellas; encargados de ejecutarlas.
La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos.
La ley y el orden son siempre y en todas parte la ley y el orden que protegen las jerarquías establecidas.
La perdición del hombre es el olvido. Si no observamos el pasado estamos condenados a repetirlo.

[J§l].
MMXIII.

UNA MENTE NUBLADA NO PUEDE VER.